Inicio >> Cuerdas de Guitarra Eléctrica >> Cuerdas de Doble Bola

Las guitarras Headless sin clavijero como las legendarias Steinberger, requieren cuerdas especiales con ambos extremos terminados con la típica pieza esférica, conocidas como Cuerdas de Doble Bola.
Siendo esto un ligero inconveniente, aunque la ventaja es la de poder realizar un cambio de cuerdas muy rápidamente.
Compra Tus Cuerdas de DOBLE BOLA al Mejor Precio
Labella LS1046 Juego de cuerdas de bola doble para guitarra eléctrica
GHS DB-GBL Electric Double Ball End BOOMERS® (Standard), light
GHS DB-GBXL Electric Double Ball End BOOMERS® (Standard), extra light
Historia de la Guitarra HEADLESS sin Cabeza
El nacimiento de las guitarras sin clavijero, en realidad proviene del estudio y desarrollo de nuevas técnicas de fabricación, con el objetivo de minimizar al máximo el voluminoso tamaño del bajo eléctrico. Intentando ofrecer al bajista una opción más ligera y cómoda en su transporte y almacenamiento.
Produciéndose en 1979 el primer bajo eléctrico sin cabeza de la historia. Con un cuerpo reducido a la mínima expresión, conocido popularmente como “El Remo”, “La Escoba”, o “El Bate de Cricket”. Siendo usado por numerosos bajistas, entre ellos Chris Walker, Victor Wooten, o Paolo Baldini.
Fabricándose este bajo en la ciudad de Nueva York, por una de las compañías más innovadoras de la historia: Steinberger. Marca fundada por Ned Steinberger, hijo del germano-estadounidenses premio Nobel de física Jack Steinberger.
Produciendo la marca poco después, la primera guitarra sin cabeza construida con una mezcla de grafito y fibra de carbono en dos piezas (el cuerpo principal y la tapa frontal).
Aunque actualmente el cuerpo de estas guitarras se fabrica en madera de álamo o tilo, y en diferentes acabados además del clásico negro como el amarillo, blanco, y rojo, o incluso con una decorativa tapa de arce acolchado. Construida con mástil de arce encolado al cuerpo, y diapasón de buruta de 14 pulgadas de radio.
Consiguiéndose un instrumento extremadamente ligero y reducido, muy fácil de transportar. Pudiendo incluso facturar sin problemas nuestra guitarra, en los aeropuertos como equipaje de mano, sin sacrificar longitud de escala.